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Optimistas y alegres ante otra de nuestras "reuniones favoritas" con el notario.

Burocracia: simplemente acéptala.

Algo que hemos aprendido, además de a hacer vino, es que Suecia y España difieren mucho en lo que respecta al contacto con autoridades, instituciones, bancos, etc. Amamos a España y su gente, pero no nos gusta todo. Creo que debo mencionar la burocrática burocracia y las formalidades oficiales que nos hemos encontrado en España.

Desde el inicio de nuestra aventura en el vino hace poco más de un año, hemos estado en contacto con diversas autoridades e instituciones. Por ejemplo, cuando creamos nuestra empresa española, abrimos cuentas bancarias, compramos tierras (seis adquisiciones en total), solicitamos permisos de construcción, varios permisos y subsidios agrícolas, etc. En general, hemos aprendido (nos hemos visto obligados a aprender) que un abogado está involucrado en todo y que todos los asuntos terminan en el escritorio del notario público. Se necesita mucho tiempo para hacer cualquier cosa y se requiere mucha paciencia. Aunque la paciencia no es mi atributo más fuerte, estoy aprendiendo poco a poco, seguramente debemos aceptar que así es como se hacen las cosas aquí..

Estamos acostumbrados a la forma sueca de hacer negocios, registrarlo todo electrónicamente y resolver los problemas de forma rápida y sencilla con unos pocos clics. No se trata de un gran reto. No hay bases de datos reales en España (a excepción de las autoridades fiscales), lo que significa que todo debe ser examinado manualmente por un abogado y documentado en un papel que debe ser firmado. Hemos tenido que familiarizarnos nuevamente con los cheques bancarios para la compra de terrenos, en lugar de transferir el dinero electrónicamente.

Podría enumerar muchos ejemplos, pero he decidido no entrar en detalles. Establecer un negocio en España es muy complicado y costoso en comparación con Suecia. Los abogados, notarios, solicitudes, cheques, etc. no son gratuitos.

Pero a pesar de toda la burocracia, amamos a España, a su gente y lo que estamos haciendo. Tengo un gran respeto por los emprendedores que crean negocios en España. Nosotros hemos iniciado y gestionado muchas empresas en Suecia. Las autoridades e instituciones allí apoyan, alientan y asisten a las nuevas empresas, ayudándolas a ponerse en marcha hasta que aprendan lo esencial y puedan arrancar  su negocio.

Finalmente, tenemos una gran admiración por todos los propietarios de empresas en España. ¡Se merecen una palmadita en la espalda!

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